La Historia de María Mercedes Lantigua, conocida como “María La Loca”


Por: Rafael Aguilera Abreu

María Mercedes Lantigua, de unos cuarenta años de edad,  conocida como “María La Loca”, madre de diez hijos (cinco varones y cinco hembras), oriunda de Casa de Alto, Pimentel, pero hizo vida en Santiago de Los Caballeros.

Se hizo famosa porque desde el 1985, por espacio de un año y medio, estuvo subiendo a la peligrosa cúspide de la antena del Monumento de Santiago, burlando muchas veces la vigilancia militar permanente del lugar.

Aquí, el día miércoles 3 de septiembre del 1986, permaneció unos ocho minutos sobre la antena, exactamente donde está colocado un bombillo rojo y desde allí volvió a bendecir a Santiago y persignarse tres veces.

Un cabo de la Fuerza Aérea subió hasta el pie de la estatua y desde allí le hizo seña para que bajara, mientras al pie del Monumento el esposo y una pequeña hija de María, escurridizos y asustados esperaron a que María descendiera del peligroso lugar.

Cuando  la prensa logró que ella conversara, dijo tranquilamente que todavía le falta traer a su hijo Pablito, para subir con él, para terminar de “cumplir las promesas hechas con el Papa Juan Pablo Segundo”. Las acrobacias de esta mujer en el lugar eran frecuentes, ya que en dos anteriores oportunidades había escalado la cima de la edificación.

El viernes 12 de septiembre del 1986 volvió a escalar a la cima a las cuatro de la madrugada, cuando eran relevados los militares y se bajó cuatro hora y media después.

Esta audaz y misteriosa mujer mantenía limpio el Monumento, se le solía encontrar barriendo y trapeando periódicamente el lugar y luego de asearlo preparaba humareda de incienso y en forma mística hacia un recorrido por el lugar.

Había llegado a afirmar que “el Monumento es mío”, “Yo vivo aquí en el Monumento con la más pequeña, aquí dormimos”. Llegó a afirmar que subía la cúspide del Monumento que lo había hecho a medianoche, por las madrugadas y que un día amaneció ahí arriba y a las cinco de la mañana bajó para ir a misa.

“Yo tengo que subir a lo último del Monumento porque ahí está mi estrella…Ahí hay un misterio que es solamente mío, por eso vengo de San Juan de La Maguana, instruida a venir al Monumento”, fueron palabras pronunciadas por María, a quien también se le conoce como “Balaguer Uno”.  

Cuando María Mercedes Lantigua se subía  a la antena del Monumento de los Héroes de la Restauración decía lo siguiente:  “Rezo, canto, hablo y sé directamente que la antena tiene La Virgen de Las Mercedes, con quien yo tuve el encuentro y por eso yo no ve hoy de ahí y necesito cumplir promesa eterna, porque estoy para cumplir deberes espirituales ahí”.  Relató que fue llevada presa cuatro veces, pero la llegaron a   despachar. 

Asimismo, afirmó que también fue llevada al Hospital Psiquiátrico Padre Billini, donde la pusieron aparte de los locos, “y me atendieron muy bien porque sabían que no estaba loca”, siendo despachada al cumplir un mes en dicho centro de salud mental. 

“Entonces volví al Monumento y dije que debían dejarme entrar  porque yo era la reina del Monumento y estoy impulsada por el Espíritu Santo, aquí riego incienso” , Hay que tomar en cuenta que esta señora en una ocasión  en San Juan de La Maguana se lanzó desde lo alto de una mata de guásima.

En ese entonces sufrió fractura múltiples y heridas que la mantuvieron en estado de gravedad por varios meses. Se recuperó y luego fue de nuevo a San Juan de La Maguana, de donde vino a Santiago.

Lo cierto es que María con esa “subidera” y “bajadera”, cuerda o loca, burlando la vigilancia de los centinelas apostado allí, montó un espectáculo circense inolvidable para los santiagueros.

Periódico Digital 20horas